¿Qué tan fidedigna es la información que manejan grandes personajes de la comunicación periodística? ¿Qué pasa cuando los datos duros o los testimonios de personas conformar nuestra realidad informativo, siendo una mentira? ¿Qué pasa cuando el periodismo involucra su misión con intereses económicos, dando pie al conflicto de interés?
Esta es una realidad que han vivido las grandes vías de comunicación informativa del país. Se pueden atribuir estas prácticas a errores, a escaso conocimiento del tema, falta de investigación o lo que puede ser peor, desconocer el trabajo, experiencia y calidad laboral de los trabajadores de un medio de comunicación escrita, radial o televisiva. La trascendencia del tema es tan importante porque genera opinión en las distintas esferas de la sociedad, generando contenido basura.
En primera instancia queremos referirnos al caso de Chilevisión, específicamente con lo ocurrido en el programa «Aquí está Chile», formato creado para entrevistar a los candidatos a la presidencia en el periodo de primarias. En la transmisión en vivo, Beatriz Sánchez fue increpada por Pablo Oporto, comerciante que había matado a varios delincuentes que intentaron robar su local, testimonio que finalmente resultó no ser verídico. La gravedad del tema es impensado, ya que un candidato a la presidencia se vio en la obligación de entregar una solución a una temática latente en el país, pero bajo información falsa.
Otro fue el caso vincula la Radio Biobío y la existencia de una denuncia en el consejo de ética de los medios de comunicación, en contra de Erik López y Tomás Mosciatti. Esto, debido a que el medio realizó una serie de publicaciones sobre el “Caso Basura”, bajo la autoría de Erik López, quien a su vez tiene una sociedad con uno de los querellantes del caso. Por lo que en cada publicación existió un claro conflicto de interés de parte del periodista, además de la falta de prolijidad del jefe de prensa del medio, Nibaldo Mosciatti que asegura desconocer la relación entre el periodista y el abogado querellante de la causa.
El tercer caso vivido por el diario La Tercera, al contratar una periodista que colaboraba con entrevistas a personas como el ex Presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. En la publicación el ex jefe de gobierno se explayaba en su misión como mediador en el conflicto que sufre ese país». Ximena Marín Lezaeta, la mujer en cuestión, fue descubierta cuando el ex jefe de gabinete del ex presidente se percata de la inexistencia de este encuentro, por lo que decide comunicarse con el editor de Mundo La Tercera, Pedro Schwarze. Finalmente, el editor de la sección del diario, se comunicó con Ximena, quien aseguró que la entrevista se había hecho. Schwarze le pidió los audios para confirmar su defensa pero estos nunca fueron presentados.
Lamentablemente estos incidentes se han dado a conocer a la opinión pública a través de terceras personas y no directamente por los involucrados, por lo que queda abierta la posibilidad de que existan más casos como estos, dejando en duda la credibilidad de los medios.
Ahora queda preguntarnos… ¿cuál es la calidad de información, que recibimos por parte de los medios de comunicación?