¡Más de un año! Me levanté hace unos días leyendo la noticia de que el Proyecto de Ley de Aborto está hace 365 días dando vueltas en el Congreso y, sobre la misma, una entrevista a la Directora Nacional de Sename, Marcela Labraña, afirmaba que de 693 niñas embarazadas que ingresaban a la institución, cuarenta de ellas intentaron abortar ¿Hace falta mencionar que al lugar no entran mayores de 17 años?
¡Qué tienen en la cabeza nuestros parlamentarios! Dios los guarde y bote la llave… En la misma entrevista Labraña explicó que “de las más de 600 niñas que ingresaron embarazadas a nuestros programas, sólo en 52 se logró comprobar que aquel embarazo era producto de una violación”. Existe un enorme agujero negro que no deja esclarecer las cifras reales de aborto en Chile, porque por cada caso denunciado, hay seis que quedan en penumbras. Lo más lamentable, es que la gran mayoría de estas violaciones ocurren en casa y a puertas cerradas; el padrastro alcohólico, el tío que se pasa de listo y hasta el papá de las menores abusan de ellas, provocando embarazos traumáticos y no deseados. Lo siento mucho por las políticas de nuestro país, pero no me cabe en la cabeza que tengamos que obligar a estas niñas a tener un hijo de su padre a los 12 años.
Chile está entre los siete Estados que penalizan la interrupción del embarazo en toda circunstancia: Malta, Nicaragua, Honduras, El Salvador, República Dominicana y ¡El Vaticano! ¿Así de castos y puros pretendemos ser? Dejemos de tapar el sol con un dedo, que tarde o temprano nos quemará los ojos. Las violaciones existen y se dan, muy tremendamente, todos los días.
El año pasado la ONU reveló que Chile es el tercer país en el mundo en tasa de denuncias por abusos a menores, con más de 24 mil casos de delitos sexuales registrados en 2013. Y, como si fuera poco, en 2011 el Ministerio Público aseguró que en nuestro país se cometen diariamente 17 violaciones y 34 abusos sexuales, es decir, que día a día ocurren 52 delitos de este tipo, de los cuales 38 afectan a menores de edad ¡Y tenemos a 40 niñas que intentaron abortar entrando en el Sename!
No es descubrir la rueda ni mucho menos, es simplemente legislar a favor de los derechos humanos, que la mujer (aunque usted no lo crea) también tiene. La Ley de Aborto no obligará a nadie a interrumpir su embarazo, pero sí protegerá a quienes necesiten hacerlo en caso de violación, inviabilidad del feto o riesgo de vida de la madre.
Si hoy en día querer velar por mi vida es un delito, me declaro una criminal.