Es una lástima para el país ver debates presidenciales como el evento realizado el lunes 26 de junio a las 23:00 horas. La señal que fue emitida por cadena nacional denotó más en problemas personales entre los candidatos, que planteamiento de ideas contundentes, soluciones, proyección de las áreas con más falta de desarrollo en las regiones, el conflicto en la Araucanía, entre otros temas a nivel país.
Vimos la lucha de egos y la pugna de toda una coalición ensimismada en la figura de cada candidato, que más que desplegar la agenda presidencial en la que deberían trabajar, se centraron en destacar los errores políticos y personales de los participantes.
Ossandón y Piñera partieron el debate interpelando a su contendor. Felipe Kast se mantuvo al margen de la banalidad con poco peso de la discusión, hasta que incriminó al ex-presidente por el caso de Barrancones. Ante esto mencionando que «es muy delicado cuando un Presidente se salta esa institucionalidad para hacer lo que quiere”. A pesar de tener buenas ideas y claras, el candidato de Evópoli cayó en el juego de la descalificación.
En Quiero Elegir nos preguntamos, en verdad… ¿Esta es la política que va dirigir Chile? ¿Tenemos que conformarnos con las opciones que hay? ¿Qué decisión vamos a tomar si lo que nos entregan los candidatos es bien poco?