A propósito del Día Internacional contra la Homofobia, el 17 de mayo, Quiero Elegir destaca el particular gesto que tuvieron cuatro municipios santiaguinos hace una semana, en apoyo al movimiento LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual); La Reina, Independencia, Providencia y Santiago, señalando con eso un gesto de apertura a la diversidad y a la inclusión de las personas. Simbólicamente, un hito sin precedentes que no dejó a nadie indiferente.
Sin embargo, nos reservamos el derecho a la duda; ¿Habrá una real correlación del discurso simbólico con lo concreto? Es decir, con políticas públicas coherentes al discurso de “apertura e inclusión”. La sociedad espera que los gestos se traduzcan en compromisos serios con la comunidad. Pero ojo, será un trabajo paulatino lleno de obstáculos.
Creemos que es un asunto de Derechos Humanos inalienables y de luchas sociales, pero también un asunto que enciende los movimientos sociales. Y está bien, la crisis surge cuando lo viejo se resiste a morir y lo nuevo lucha por nacer. Es la ley de la vida, y en esa tensión se generan los cambios trascendentales.
El factor cultural
El ritmo de los cambios sociales implica observar con paciencia la evolución de hábitos populares hacia costumbres culturales. Más tarde devienen las tradiciones bien instaladas y normadas. Y justamente cuando una costumbre masificada se “norma”, es que se considera “normal”. De este modo legislar es la confirmación de que una sociedad ha logrado asimilar y comprender.
Como dato y ejemplo, la homosexualidad se consideró una enfermedad hasta el 17 de Mayo de 1990, día en que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la suprimió de la lista de enfermedades mentales.*Harvey Milk fue el primer homosexual en llegar al parlamento de Estados Unidos. Sean Penn lo interpretó en la película que lleva su nombre.
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