Gran sorpresa ha generado en Chile y el mundo la noticia sobre la renuncia de todos los obispos chilenos; tras el encuentro de tres días con el papa Francisco, los religiosos pusieron sus cargos pastorales a manos de Bergoglio.
El objetivo del encuentro entre el Papa Francisco y el episcopado chileno tenía como objetivo depurar responsabilidades sobre los casos de abuso sexual suscitados durante las últimas décadas por parte de personas del clero. La medida tomada tras las reuniones, fue una renuncia en bloque en la que los obispos clocaban sus cargos “en manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros”.
La peor crisis en la historia de la Iglesia Católica en Chile; así describen los medios nacionales e internacionales los casos de abusos que han salido a la luz durante los últimos años, y que han girado en torno al obispo Juan Barros Osorno, acusado de encubrir al expárraco Fernando Karadima.
El escándalo ha derivado en la segregación de la confianza de la población en la institución, además de mal poner la imagen de los religiosos chilenos e Iglesia Católica en general.
Los cambios y decisiones que se produzcan a partir de ahora estarán a cargo del sumo Pontífice. En un documento privado de 10 folios, el máximo representante del Vaticano afirmó que se originarán cambios, regeneración y relevos en la Iglesia chilena, dejando claro que la supresión de representantes católicos de sus cargos nos será la única medida tomada, ya que el papa aspira llegar al origen del asunto.
No solo la pedofilia ha sido el problema que ha generado esta ola de renuncias, sino que la falta de transparencia y el ocultamiento de pruebas también constituyen delitos agravados por los religiosos que han devastado la credibilidad de la Iglesia en Chile.
Hoy parece que la justicia no solo es aplicable para la población común, ya que el portar sotana y predicar no te asegura librar las leyes que, aunque tomen su tiempo en ser cumplidas, la verdad, la razón y el sentido común siempre lograrán vencer cualquier poder e institución.