¿Es Chile un país con libertad de expresión? ¿Existe la censura?

El estreno de “La batalla de Chile” y la bajada de la publicidad de Carozzi, no hace más que recordarnos que la televisión chilena tiene una profunda deuda con los chilenos.

La declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por las Naciones Unidas en 1948, reconocía por primera vez, a través de un documento, que todos los seres humanos son libres e iguales con independencia de su sexo, creencias, religión y otras características.

Han pasado más de 73 años y, pese a la existencia de un documento y de lo moralmente correcto, es válido preguntarse si, efectivamente, en nuestro país se respeta la libertad de expresión y si existe censura.

Sin lugar a dudas, vivimos en un mundo donde es posible salir a la calle, exponer tu opinión cara a cara o a través de las redes sociales, vestirte o maquillarte como quieres, creer en un dios, en varios dioses o no creer en nada. Chile ha cambiado y en varios sentidos, sin embargo, existen aún las miradas inquisidoras, las críticas y la censura, que reflejan que esta apertura y respeto del que nos jactamos no es tal.

En las últimas semanas, fuimos testigos de un abrupto cambio en la publicidad que la empresa nacional Carozzi realizaba en el canal de televisión La Red, al emitir el documental “La batalla de Chile”. Si bien a través de un comunicado, al más puro estilo del Pitbull Medel, “Yo no toqué”, le atribuyeron la responsabilidad a la agencia externa de medios, argumentando que ellos no realizan publicidad en programas de contenido político, lamentablemente la duda quedó sembrada.

Lo anterior, es la punta del iceberg de un problema aún mayor, aunque para nadie es una novedad,  que quienes pagan la publicidad son los que deciden la línea editorial y por ende lo que vemos, hoy se transforma en noticia que La Red, no haya sucumbido a presiones y emitiera por primera vez en televisión abierta un filme que había sido estrenado en Cuba en 1976 y que fue alabado por la crítica internacional. Según señala el sitio web  Memoria chilena, desde la revista The New Yorker, la influyente Pauline Kael dijo que era “un filme mayor, espectacular, filmado con sensibilidad” y Vincent Canby, del diario The New York Times, la saludó como “un film épico”.

Suena difícil de creer que en 46 años una película de esta categoría no haya sido emitida ni siquiera por Televisión Nacional de Chile, el canal de los chilenos, y el que uno pensaría debiera tener un compromiso mayor con la historia y en el apoyo de documentales, obras, series, etc., de tanta importancia para un país que debe comprender lo que sucedió desde todas las aristas posibles.

Ante eso, Internet nos da la posibilidad de ampliar nuestro conocimiento y percepciones, podemos encontrar información infinita, documentales, archivos, noticias, fotos que permiten armar un relato, en fin, tener acceso a lo que por otras vías nunca tendremos. 

Queremos un Chile libre, abierto, sin discriminaciones ni censura, pero no debiéramos partir por dejar de ser un país tan paternalista o maternalista, con “padres” o “madres” que nos dicen qué ver, cómo verlo y cuándo verlo. Ha pasado el tiempo, hemos madurado y ya estamos en condiciones de armar nuestro propio relato, pero muéstrennos lo que no vimos en estos 46 años, de dolor, angustia y espera. Déjennos decidir con qué versión nos queremos quedar.

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