Este domingo se realizaron las elecciones presidenciales en las cuales 8 candidatos competían para convertirse en el sucesor o sucesora de Michelle Bachelet. Además, se votó para elegir los 23 escaños del Senado, renovar los 155 miembros de la Cámara de Diputados y escoger 278 consejeros regionales.
El expresidente Sebastián Piñera, como se esperaba, logró alzarse con la mayor cantidad de votos (36,4%), proporción que no le sirvió para sellar su victoria hacia La Moneda en la primera vuelta, pero sí para obtener una importante diferencia de 14 puntos en relación al segundo candidato Alejandro Guillier, quien obtuvo el 22,69% votos, seguido muy de cerca por quien, para muchos, es considerada la gran sorpresa de estos comicios, la candidata Beatriz Sánchez de la coalición Frente Amplio, quien obtuvo el tercer lugar con un 20,27%.
José Antonio Kast logró ubicarse sorpresivamente en el cuarto lugar con el 7,93% de los votos, superando a la candidata de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, quien solo alcanzó el 5,88%, pero cuyos votos serán determinantes en el balotaje, solo si, finalmente, decide prestar su apoyo al representante de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier. Marcos Enríquez-Ominami (izquierda) finalizó sexto con el 5,71%.
De las sorpresas esperadas, pero que aún sigue generando controversia, es el quiebre de la Democracia Cristiana, la cual ya ha sido catalogada como la gran perdedora de estas elecciones, obteniendo uno de sus resultados más adversos en toda su historia política. Su representación en el Congreso sufrió una gran caída, pasando de tener 21 de los 120 escaños de la Cámara de Diputados, que equivalían al 17,5%, a solo lograr 13 diputados que equivalen a un 8,4% de presencia.
Otros de los grandes perdedores de estos comicios fueron los principales estudios de sondeo y opinión del país. La diferencia entre resultados y pronósticos es llamativa, especialmente en el caso de Sebastián Piñera, catalogado por las encuestas como el vencedor de esta primera vuelta con un porcentaje que rondaba el 44%. Los sondeos también erraron al ubicar en el fondo de la tabla a Beatriz Sánchez, quien finalmente logró redoblar la cantidad de votos que auguraban las encuestadoras. Caso similar es el de José Antonio Kast, quien logró sumar tres veces más de lo indicado por las últimas cifras predichas.
El desafío más grande de estas elecciones no era conocer el nombre del nuevo presidente de Chile en la primera vuelta, sino vencer la abstención, que es una constante en los procesos electorales del país y que vuelve a ser la principal protagonista de la jornada. Del padrón electoral contabilizado en 14.347.288 ciudadanos que podían sufragar en estas votaciones, alrededor de 6.650.000 salieron este domingo a ejercer su derecho, sumando la participación de los chilenos habilitados para votar en el exterior, un hecho sin precedentes que por primera vez en nuestra historia permite nuestros compatriotas participar del sufragio fuera de nuestras fronteras.
Luego de la jornada de este domingo solo queda hacernos esta pregunta: ¿Dónde están los chilenos? Menos de la mitad de las personas habilitadas para votar concurrieron a las urnas, manteniendo la tendencia de abstención de los últimos comicios electorales del país. Parece que la poca afluencia de electores en los centros fue el único dato que las encuestadoras lograron predecir con exactitud.
La segunda vuelta tiene fecha para este próximo 17 de diciembre, cuando se decidirá el devenir del país para los próximos cuatro años; destino que no parece ser del todo transcendental para los chilenos que decidieron quedarse en casa dejando pasar otra oportunidad más para expresar sus opiniones a través de la forma más democrática y transparente que existe, el voto.
El día de hoy formará parte de nuestra historia contemporánea, no por haber sido una jornada masiva donde el clamor y el deseo de cambio de un pueblo fueron los principales protagonistas, sino por haberse completado un trámite gubernamental donde el descontento de la población no se tradujo en votos, sino en todo lo contrario, apatía.