«Antes, si mal no recuerdo, mi vida era un festín donde se abrían todos los corazones, donde todos los vinos corrían. Una noche, me senté a la Belleza en las rodillas. – Y la hallé amarga. – Y la insulté. Arthur Rimbaud, “Una Temporada en el Infierno”
La decepción es total. Ser fumador en Chile hoy, y salir con amigos, o a comer con la familia; está difícil. No puedes fumar en el pub. No puedes fumar en el restaurant. No puedes fumar en el café y no puedes fumar en ningún lugar que tenga techo, por muy ventilado que éste sea. ¿Importa si hace frío? No. ¿Importa si vivo en el sur, hace mucho frío y está lloviendo? No. ¿Importa si vivo en Magallanes, hay 5 grados bajo cero, escarcha, viento y nieve? No. No importa.
Mal por las libertades ciudadanas y mal por el derecho a elegir dónde y cómo fumarse un cigarro, en torno a una buena conversación, o para distraerse en el tiempo “libre”. ¿Qué pasó? La “libertad” está entre comillas. No eran tales los derechos ciudadanos. Demos gracias a la nueva Ley Antitabaco que rige en Chile desde el 1 de marzo. Por ella los fumadores de Chile hoy están en la calle, para poder fumarse un cigarrillo, no incomodar al vecino y “cuidar su salud”.
Pero ¿Alguien pensó en no incomodar a las personas que, sólo por fumar, se exponen a bajas temperaturas y fuertes vientos? ¿Alguien pensó en los riesgos que eso implica también para su salud? Hasta ahora, sólo tres senadores por Aysén y Magallanes han levantado una propuesta; Carlos Bianchi, Patricio Walker y Antonio Horvath proponen habilitar espacios cerrados para fumadores en las zonas más frías donde se aplica la nueva ley.
“Es un atentado a las libertades individuales”: Jorge Rescovic, Magallánico, sobre la prohibición de fumar en espacios cerrados.
Caminar por las calles de Punta Arenas hoy, en pleno invierno, sobre todo de noche, cuando su gente acostumbra salir a compartir con amigos o a comer con la familia; es un paisaje que sorprende y asusta. ¿Cómo logran permanecer de pie, temblando y congelándose, por cinco largos minutos, sólo porque eligieron fumar un cigarro, y no pueden hacerlo adentro? Está bien que sean nacidos y criados bajo ese clima, pero sólo verlos en vivo y en directo, entume de frío.
Recorrer José Nogueira, Chiloé, Errázuriz o Croacia, calles típicas del centro puntarenense, es hoy presenciar violencia. En una ciudad tranquila y segura, con casi pleno empleo, y un alto índice de calidad de vida; prohibir es también un acto de violencia en las puertas de cada pub, restaurant o café. Un acto de violencia contra sus ciudadanos.
Restringir, coartar y obligar; verbos violentos que representan hoy a los indignados fumadores de Aysén y Magallanes. Y tal como dice el señor Rescovic; “Es un atentado a las libertades individuales”. Un atentado contra los chilenos en el extremo sur, que sufren doblemente, las condiciones climáticas de tipo polar, por una ley que no los tomó en cuenta.