Sebastián Piñera es el presidente electo de Chile, con 3.795.896 millones de votos correspondientes al 54,57% de la votación, superando holgadamente a su contrincante, el candidato de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, quien obtuvo 3.160.225 millones de votos, lo que supuso el 45,43%.
Luego de una importante jornada donde el calor, la incertidumbre y la participación – que superó a la de la primera vuelta – estuvieron presentes, en horas de la tarde pudimos conocer el nombre del político que ocupará La Moneda durante los próximos 4 años, a partir del 11 de marzo de 2018.
La carrera final hacia la presidencia estuvo marcada por polémica, debates en tonos agresivos, cierres de campañas con invitados internacionales y matrices de opinión propiciadas por un bando y por otro, pero que, en conclusión, terminaron por otorgarle el triunfo al candidato de la coalición “Chile Vamos”, quien repite mandato presidencial por segunda ocasión.
¿Cómo analizamos los resultados de estas elecciones? Simplemente hay que acotar que la ciudadanía ha hablado, y lo hizo con contundencia, con una participación que bordó los 7 millones de sufragios, convirtiendo a Piñera en el tercer presidente electo con más votos en la historia, lo que supone un decisivo apoyo al programa de gobierno del candidato.
Como ya es sabido, el crecimiento económico del país es el punto eje de este nuevo gobierno que pretende alcanzar las puertas del desarrollo mediante la creación de un millón de empleos. La otra cara de la moneda no es bastante alentadora para el Gobierno que se despide, ya que algunas de sus leyes y propuestas, enfocadas a los derechos sociales, se ven amenazadas.
Esta mañana nos despertamos con una perspectiva más clara de lo que será el porvenir de Chile para los venideros años. Unos trabajarán desde la sede del Ejecutivo para implementar y cumplir sus propuestas, mientras que otros seguirán promoviendo e impulsando sus programas desde la oposición. Lo que sí es cierto es que los chilenos demandan al gobierno – sea cual sea su tendencia política – respuestas en materia de seguridad, salud, pensiones y empleo, porque hoy, a pesar de tener un nuevo presidente, los problemas siguen siendo los mismos.