A principios de junio fuimos testigos de una historia de amor que traspasó las fronteras de la burocracia y que hoy permite a tres hermanos que se encontraban en una residencia del Sename soñar con un futuro mejor. Se trata de Christian y Rodrigo, una pareja que tuvo que anular su unión civil para poder ser padres.

En esta historia se juntan dos derechos, el de estos pequeños a vivir en un ambiente tranquilo y protegido y el de esta pareja de adoptar en las mismas condiciones que lo haría una pareja heterosexual, pues si bien lograron su objetivo, tuvieron que anular su unión civil. Lo anterior los deja desvalidos como pareja y también como familia, no pudiendo optar a beneficios como el postnatal o que sus hijos puedan recibir bienes como herencia en caso de muerte. 

En Chile hay cientos de niños que crecen en hogares de acogida, abandonados, sin cariño y donde muchas veces son maltratados, abusados o han resultado muertos, lo que nos lleva a preguntarnos si es preferible que un niño crezca en estas condiciones a crecer en una familia homosexual o lesbomaternal.

Es difícil pensar que una persona pueda preferir que estos niños vivan abandonados, teniendo una familia que, independiente de su composición, no solo les dará un hogar, sino que también apoyará sus necesidades y les entregará el amor tantas veces negado. Éste debe ser el punto de partida de cualquier discusión en torno a la adopción homoparental.

El proyecto de ley sobre el sistema de adopción ingresó al Congreso el año 2013, donde permaneció dormido durante 5 años. En 2018, el Ejecutivo ingresó una indicación sustitutiva y reactivó su tramitación. En mayo del 2019 la cámara de diputados aprobó el primer artículo de la ley que permite la adopción de niños, niñas y adolescentes sin importar cómo sea la composición de las familias. 

La reforma al sistema de adopción que se encuentra en segundo trámite y está siendo analizada por la Comisión de Constitución del Senado, la cual, entre otras innovaciones, elimina el actual orden de prelación al momento de adoptar a un niño o niña.

La Comisión acordó realizar una serie de audiencias con expertos y organizaciones vinculadas al tema, antes de proceder a votar en general la iniciativa.

Participaron de estas audiencias representantes de la Fundación Iguales y del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, Movilh, quienes defendieron sus propuestas pro adopción homoparental. 

Esperamos que pronto esta reforma sea una realidad que cambie el destino de miles de niños, niñas y adolescentes que sufren el abandono innecesario, teniendo a personas que solo desean entregarles amor y tratarlos con el respeto, cariño y la seguridad que el estado no ha podido proporcionar. Menos burocracia y más decisiones desde el amor.