La niñez nos necesita

Ya han pasado algunos días desde que se perpetró el brutal asesinado de la niña Sophia en Puerto Montt, y la conmoción sigue latente en los chilenos. La muerte  de la lactante de un año y once meses, presuntamente a manos de su padre, Francisco Ríos, de 26 años de edad, ha causado repudio no solo en Chile, sino en todo el mundo.

Las reacciones, que se originaron primeramente en Puerto Montt, lugar donde falleció la menor, se desplegaron por el resto del país hasta llegar a las redes sociales, donde se creó un movimiento que lleva por nombre #LeySophia, y que tiene como propósito endurecer las leyes contra aquellas personas que cometen delitos de abuso y maltrato contra los niños.

La impactante noticia abrió el debate sobre la implementación de la castración química y la restauración de la pena de muerte. También, voceros del movimiento creado a partir de este crimen, piden que se amplíen las penas para los casos de pedofilia y que no se les dé derecho a ningún beneficio.

Figuras de la televisión, la política y el deporte también manifestaron su molestia y descontento por el acontecimiento, repudiando la muerte de la pequeña y pidiendo un mayor control con respecto a la seguridad de todos los niños y niñas de Chile.

Cuando sucede un hecho de estas magnitudes, es entendible que la gente se realice muchas preguntas, formulen hipótesis y planteen conjeturas, sobre todo, si el caso se pudo haber evitado y si existían antecedentes de maltrato por parte del perpetrador.

Tal vez las leyes puedan ser modificadas y endurecidas para castigar a los criminales, pero, seguramente se seguirán escuchando casos como este, donde es casi imposible percibir algún indicio. La maldad y los desórdenes mentales existen, y eso es algo que no se percibe a simple viste, ya que estos delitos son cometidos por personas irracionales que no se detienen ante sus actos.

Solo queda esperar que para este caso haya justicia, que se puedan aplicar las penas más altas y duras, y que ni un infante más sea víctima de violencia y abuso. La niñez necesita de nuestros cuidados, de nuestra vigilancia y de un rol activo del Estado para que sucesos como este no sigan apagando la vida de más niños inocentes.

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