La alegría que se sintió la noche del domingo aún embarga a muchos, y es que la premiación de la cinta chilena “Una Mujer Fantástica” como Mejor Película de Lengua Extranjera en los premios Oscar de la Academia, ha marcada un hito en la historia del cine de nuestro país, no solo por la importancia del reconocimiento, sino por haberlo logrado con una historia que no deja indiferente a ninguno.
Una película que pone a vista de todos, los problemas actuales de la sociedad, lo que se discute actualmente y lo que genera controversia. Tal vez, hace unos años atrás, “Una Mujer Fantástica” hubiera pasado desapercibida del gusto del público chileno y del internacional, pero justamente ahora, un tema tan importante como lo es el derecho de las personas trans, genera inquietud y curiosidad en quienes aún no distinguen el significado de palabras como “trangénero” o “transexual”.
Una historia de amor que nos sitúa frente al espejo de la moralidad. Lo más probable que la mayoría no haya vivido en primera persona, o que ni siquiera conozca a alguien que comunique su identidad de género a través de conductas o acciones que no se ajustan generalmente a aquella asociada con el sexo asignado al nacer. Allí es cuando surgen las interrogantes: ¿Qué es ser transgénero?, ¿aceptaría a una persona trans en mi familia?, ¿cómo se desarrolla una persona trans en la sociedad?
Para desvanecer todas estas dudas y preguntas, es necesario que desde la educación infantil se intente acercar a los niños a estos términos que, en la práctica, solo intentan describir el desarrollo de identidades de género en las personas. Ahora, un bebe no nace solamente niño o niña; en un futuro, temprano o lejano, descubrirá que el sexo va más allá de los órganos y las características propias que obtenemos al nacer, sino en la forma de vida que se quiere llevar de acuerdo a los gustos e inclinaciones (ya sean naturales o adquiridas).
¿Somos un país abierto de mente? La película “Una Mujer Fantástica” no solo muestra el imaginativo de sus creadores, sino que refleja los momentos actuales que vivimos como sociedad. Esta cinta es una radiografía del Chile de hoy en día, que no le teme a tocar temas controversiales, tanto a nivel artístico como político; y aunque aún falta mucho por trabajar, existen acciones concretadas que defienden los derechos de todas las personas por igual.
Somos un país que al igual que Marina – la protagonista – está en búsqueda de su propia identidad; un país fantástico donde esperemos que muy pronto las personas trangénero no sigan siendo catalogadas como clase B, sino que sean vistos como uno más de nosotros.