Hace un par de semanas, el programa de TVN “Rojo, el color del talento” presentó un beso entre la pareja conformada por el bailarín Hernán Arcil y el cantante Andrei Hadler, hecho que no caló del todo bien en los sectores más conservadores del país.
Para nadie es un secreto que nuestra sociedad está cambiando. La inclusión, el respeto y la libertad son derechos que nos estamos ganando pulso a pulso, pero aún hay quienes no entienden que vivimos en una época de avance, y que Chile no quiere volver al pasado.
La vocera del polémico “Bus de la Libertad”, Marcela Aranda, llamó a sus seguidores denunciar ante el Consejo Nacional de Televisión al programa de la señal pública de TVN “Rojo, el color del talento”, luego de mostrar en pantalla un beso entre dos personas del mismo sexo.
Sumado al video, es posible leer un texto que exigía respeto por el derecho de la mayoría de los ciudadanos del país. “Millones de pesos y no son para que exhiban conductas que vulneran el desarrollo psicosexual armónico y saludable de los niños de Chile”, escribió.
Aranda ha manifestado abiertamente su oposición a la diversidad sexual y el aborto, convirtiéndose en un obstáculo para los avances de la igualdad y los derechos civiles de todas las personas por igual.
¿Odios, prejuicios o discriminación? Para nosotros es una combinación de todos estos elementos, porque no se puede reprochar una expresión tan natural como un beso y creer que se está haciendo lo correcto.
Las personas tenemos la libertad de elegir lo que queremos ser, ver, escuchar o seguir, y nadie debe porqué entrometerse en nuestras decisiones individuales. Por ende, concluimos que la censura es una muestra de temor; temor a la opinión, al cambio, a la educación y, sobre todo, temor a la libertad.