Arrancó el 2018, y sin receso alguno, se le ha dado continuidad a la discusión de la ley que busca regular la actividad de los sistemas alternativos de transporte como UBER y Cabify, que actualmente se encuentra en primer trámite (Cámara de Diputados), y una vez despachada – lo cual se espera que suceda antes del receso parlamentario – pasará a una segunda fase de análisis en el Senado.
El pasado martes, en la comisión de Transportes de la Cámara de Diputados, se aprobó autorizar el funcionamiento de estos sistemas alternativos de transporte, pero con algunas regulaciones que limitan su funcionamiento y que coartan el acceso de las personas al uso habitual que se le venía dando.
Estas enmiendas – aprobadas por seis votos a favor, uno en contra y dos abstenciones – tienen como objetivo establecer una serie de parámetros para que estas compañías realicen sus actividades en las mismas condiciones que el gremio taxista.
¿En qué consisten estas moderaciones del Ejecutivo? Primeramente, se limitará la flota de vehículos, a los cuales se deberá acceder mediante un concurso público. Igualmente, con el propósito de igualar la cancha, se determinará una cantidad de cupos para circular en función de la región. Otra de las regulaciones consiste en solicitar una licencia de conducir profesional a quienes opten por prestar servicios mediante las plataformas tecnológicas mencionadas, con el propósito de llevar un registro de quienes operan en Chile.
La discusión del proyecto ha tomado un curso nada alentador para las 70 mil personas que laboran en esta actividad, y que han visto en estas plataformas, una forma de renovar su economía personal y familiar. ¿Por qué negar a un ciudadano el acceso a un trabajo digno?
La autonomía y la voluntad de las personas de elegir el ámbito en el que desean laborar no debe ser regulada para salvaguardar un modelo económico que, además de antiguo, beneficia solo a un sector de la población, y supone estancamiento en las nuevas formas de transporte y comunicación.
La innovación tecnológica en el trasporte llegó para quedarse, y sería ineficiente tratar de apartar a quienes utilizan estos servicios como forma de vida, ya que los usuarios han visto en este nuevo mercado, una solución a sus demandas actuales, tales como: rapidez, bajo coste, confort y facilidad. Entonces, ¿nos negamos a seguir avanzando?
A propósito de las discusiones sobre la «Ley UBER», ¿no les parece que la postura del Poder Ejecutivo es poco parcial? Aquí les dejamos un extracto de la intervención de la Ministra de Transporte, Paola Tapia, en la sesión de comisión del día martes 19 de diciembre de 2017, en la Cámara Baja.