Luego de que la noticia del brutal e injusto asesinato de la niña Ámbar en manos de su tío político, quien, por decisión del Sename, compartía junto con su esposa la custodia de la ahora fallecida y su hermana, solo queda expresar el lamento y la desdicha que ocasiona un suceso tan triste como estremecedor.
Ámbar fue ingresada al Hospital San Camilo de Los Andes el día sábado por su tío político, quien alegaba que esta se había caído. Los médicos determinaron que las lesiones que presentaba la niña no correspondían a lo indicado por su guardador, por lo que procedieron a llamar a la PDI y a la Brigada de Delitos Sexuales en Menores.
La niña llegó en estado crítico, por lo cual, se le realizó una cirugía que no logró salvar su vida debido a la gravedad de las contusiones que presentaba. Profesionales de la salud y la comunidad en general se encuentra en estado de asombro y tristeza por la muerte de la menor y las graves circunstancias de como esta se produjo.
Salvaguardar la seguridad y el bienestar de los niños y niñas chilenos fue uno de los objetivos planteados por el actual Gobierno que, ante este caso en específico, expresó que agotarán todos los medios para que se haga la mayor justicia.
Mucho se ha discutido sobre la restauración de la pena de muerte para personas que cometan este tipo de crímenes. El caso de la niña Sophia en el mes de enero, violada y asesinada brutalmente por su padre biológico, abrió el debate sobre el endurecimiento de las condenas por abuso sexual a menores. Hoy, la #LeySophia vuelve a ser tema de discusión, esta vez por una nueva víctima que, con solo 1 año y escasos meses de vida, se convirtió en una más de la estadística.
Es tan común escuchar casos sobre violencia infantil y violencia de género que da la sensación de que nos hubiéramos acostumbrado a vivir en esta realidad, como si fuera parte de nosotros, como si lo mereciéramos. ¿Qué estamos haciendo mal? O, mejor dicho, ¿qué no estamos haciendo?
Todo Chile se encuentra conmocionado porque, una vez más, la violencia se ha apoderado de las primeras planas, porque una vez más, una niña vuelve a sufrir a manos de una mente perversa, porque perdimos a una Sophia, a una Ámbar, y porque mañana no sabemos si habrán más.
Hoy, volvemos a repetir que la niñez chilena nos necesita, necesita del resguardo de todos, de reglamentos más duros y eficaces, y que crueldades como estas se paguen con todo el rigor de la ley.