Nuevas percepciones de las relaciones amorosas en la sociedad chilena

El escenario actual de nuestro país en cuanto a las relaciones de pareja es variado. Por una parte, respecto a los matrimonios, los últimos datos hablan de una disminución debido a la pandemia, en donde el Registro Civil señala que “durante 2020 hubo 39.477 matrimonios civiles, un 36 por ciento menos que los 61.594 de 2019”, sin embargo, este descenso no sólo se observó por las cuarentenas, ya que en 2017 se registraron 61.320 matrimonios, un 1,83% menos respecto del 2016 (62.464). 

Sobre a las uniones civiles que se han llevado a cabo desde la entrada en vigencia de la ley, al año 2020 ya se habían realizado 35.343 ceremonias, el 21,3% de las cuales fueron entre personas del mismo sexo. Sobre esto, Óscar Rementería, vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), mencionaba que la unión civil es vista por algunos como “la única alternativa posible para regular de alguna manera su unión a falta del matrimonio igualitario”.

El proyecto de ley de matrimonio igualitario aún se encuentra en espera de una resolución final, respecto a lo cual el Movilh declaró que «se acerca el fin de la discriminación a las parejas del mismo sexo y a las familias homoparentales» con un «mejor camino para las nuevas generaciones». 

Estos cambios legislativos responden a la transformación que vive nuestro país, en donde el pensamiento respecto a estos temas ha ido evolucionando, abriéndose a las posibilidades de la orientación sexual y los tipos de relaciones que se están formando. 

La sigla LGBTQ+ se refiere a “Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales y queer”. Lesbianas son aquellas mujeres que se sienten atraídas por otras mujeres, aunque a veces se pueden sentir más identificadas con el término “gay”, que en general es más usado para referirse a hombres que sienten atracción sexual por otros hombres. Bisexuales son aquellos y aquellas que sienten atracción tanto por hombres como por mujeres. Transexuales son personas cuya identidad de género que no coincide con su sexo, este último referido a las características biológicas con las que nace una persona. Queer es una palabra que en su momento fue considerada insulto, pero ha vivido una resignificación dentro de la comunidad, que ha pasado a ser sinónimo de autoafirmación y rechazo a las etiquetas. El símbolo “+” hace alusión a otras minorías que son parte del colectivo como pansexuales, personas atraídas por personas sin importar su sexo, o demisexuales, referido a quienes sienten interés sexual solo por personas con las que han entablado un vínculo emocional, por nombrar algunas de ellas. 

Todas estas denominaciones son parte de la identidad que las personas están descubriendo y definiendo, y que esperan sean reconocidas de manera social, lo que ha llevado a discusiones no solo legales, sino también del lenguaje, como es la propuesta del uso del lenguaje inclusivo que ha tenido tanto partidarios como detractores.

La conformación de las parejas en Chile no solo está cambiando por esta mayor visibilización de la homosexualidad y otras orientaciones sexuales, sino también por sus condiciones, en donde no solo están presentes las relaciones monógamas, sino también las poliamorosas o en base al amor libre. 

El movimiento del poliamor, hace alusión a una relación entre tres o más personas, en conocimiento y consentimiento de todos los involucrados. Esta conformación no sólo apunta a la interacción sexual, sino también a los lazos afectivos que se pueden generar, implicando la importancia de la madurez tanto con los sentimientos propios como los del otro. En estos casos la comunicación es parte fundamental en temas como los celos, la posesividad y otros elementos que pueden ser parte de la realidad privada de las parejas monógamas, pero que se exponen con mayor profundidad cuando hay más de dos sujetos involucrados. 

Nuestros país continúa atento a estos cambios, no solo por las renovaciones legislativas, sino también porque la pandemia ha cambiado la percepción de las relaciones, ya que independiente del número de matrimonios y uniones civiles, también hay que considerar que muchas parejas conformadas se han separado desde el inicio de las cuarentenas. Lo anterior debido a los cambios que han significado los confinamientos y la nueva manera de convivencia, “se instala una nueva tensión, porque yo puedo querer estar contigo y tener una buena relación, pero no sé si quiero estar contigo todo el tiempo encerrados”, menciona Roxana Lobo, psicóloga del Instituto Chileno de Terapia Familiar, para La Tercera, mientras que María Paz Sangüesa, abogada Divorcio Sano, dice al respecto para el mismo medio “podríamos esperar un aumento en las separaciones legales una vez controlada la pandemia, porque necesitas tener cierta estabilidad para poder poner en marcha un divorcio. Además, la familia se empobrece a consecuencia de una separación”. 

¿Crees que la pandemia ha dificultado la permanencia de las relaciones de pareja? 

Registro Civil

El País

Movilh  

Wikipedia

 

 

 

 

 

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