El cierre de un ciclo implica renovación y cambio. Un nuevo comienzo siempre plantea desafíos. Ayer se cerró la primera mitad del año y junto con ello, se definió el mapa político de cara a las presidenciales de noviembre. Desafío trascendental para Chile. Nuestro análisis en Quiero Elegir, proviene desde la ciudadanía y se enfoca a una sociedad más evolucionada.
La gente manifestó su interés y fue a votar masivamente ejerciendo su derecho a opinar en la única instancia cívica donde todos somos iguales; las urnas. Pero ¿Se puede esperar un resultado nuevo, repitiendo las mismas antiguas estructuras?
El llamado “duopolio” que conforma nuestro esquema de fuerzas políticas, reproduce la antigua forma de hacer política. Los acuerdos a puerta cerrada de una clase política anquilosada, tímidamente dan paso a demostraciones democráticas como las Elecciones Primarias de ayer. Pero finalmente es el esquema “binominal” el que se presenta como mecanismo perpetuador de una elite de servidores públicos que deviene en políticos corruptos. Se cuidan ellos y sus puestos, no a la gente.
Hoy estamos en un momento histórico para Chile; hay riqueza, participación ciudadana, institucionalidad, sentido de país republicano con deberes cívicos, y frente a eso Quiero Elegir visualiza que el cambio de administración exige también un cambio generacional. Una nueva mentalidad desarraigada de Pinochet y de Allende. Claro que hay cuentas sin cobrar, justicia sin aplicar, pero queremos elegir ideas nuevas, proyectos renovadores y ejecutores que de verdad nos representen ¿Había alguien realmente nuevo y refrescante en la papeleta para votar?
Queremos la posibilidad de votar, pero por un proyecto político amplio y crítico, que intente superar el estancado escenario político chileno, marcado por un esquema «binominal», nombre proveniente del sistema político y electoral heredado de la dictadura, que tuvo por dos décadas a dos coaliciones como únicos referentes con representación en los cargos de elección popular: la Concertación y la Alianza.
¿Cómo logramos instalar una nueva fuerza política que exprese el descontento ciudadano y represente a las nuevas generaciones? Tenemos de aquí a noviembre para identificarla y elegir calidad en nuestras autoridades.