El movimiento feminista se apodera de las instituciones educativas del país; ya son más de 15 universidades con carreras en toma por parte de grupos estudiantiles, los cuales exigen, entre otras cosas, una educación no sexista dentro de sus aulas.
Este miércoles 16 de mayo, la Confech (Confederación de Estudiantes de Chile) realizó una marcha y paro nacional con el propósito de expresar las inquietudes de los estudiantes con respecto a la desigualdad y violencia de género que existe dentro de las instituciones de educación.
En Santiago, la marcha inició a las 11:30 y se dirigió por la calzada sur de la Alameda hasta finalizar en calle Echaurren. Se estima que fueron alrededor de 150 mil los asistentes a la concentración.
¿Cuáles fueron las consignas de los convocados? Entre de muchos de los carteles elevador por mujeres jóvenes y adultas durante la caminata, se pudieron leer textos como: “Macho no se nace, la educación chilena lo hace”, “el lugar de la mujer es en la resistencia”, “en los urbano y lo rular, no + acoso sexual” o “compañerx, a ti no te violan en las pruebas, a mi si en las calles”.
Entre varias de las peticiones por parte de este movimiento, se encuentra la aplicación de cambios en el sistema educacional chileno, garantizando una educación no sexista, donde a las mujeres no se les menosprecie por su género. Además, se espera que se creen protocolo que sancionen el acoso y el abuso sexual.
Las estudiantes que se expresaron este miércoles no solo desean que se tipifique el abuso y acoso sexual entre académicos y estudiantes dentro de las universidades públicas y privadas, sino que, además, esperan que se realice un cambio significativo y completo en el sistema educacional chileno, al cual apuntan como machista.
La violencia y el acoso sexual es un tema que ha llegado hasta las más altas instancias de debate político del país con el propósito de que se produzca un verdadero reglamento que garantice el libre desenvolvimiento de las personas tanto dentro como fuera de los establecimientos educativos, porque el acoso está en todas partes, y es necesario trabajar – o luchar – en lo posible, para que no siga avanzando a través de los diferentes espacios de nuestra sociedad.