En el último tiempo es posible ver, a través de los medios de comunicación, muestras espontaneas de repudio a normativas contra los derechos de expresión de homosexuales. Es el caso de la ley impuesta por Rusia, que prohíbe la propaganda de relaciones sexuales no tradicionales frente a menores, incluso disponiendo de multas a quienes contradigan esta misiva del Estado Ruso, liderado por Vladimir Putin. Haciendo caso omiso a esta ley dos atletas rusas premiadas en los Juegos Olímpicos de Invierno recién pasados, en plena premiación por su primer lugar en el equipo de relevo de 4 x 400, se besaron en repudio a esta ley impuesta por su gobierno. Ha sido tal el impacto de la propuesta de Rusia, que en diversas partes de Europa, las personas acudieron a las calles a vaciar botellas de vodka – típico licor ruso-, en señal de repudio a la acción.
Por otra parte, emblemático fue el testimonio del jugador de lucha libre, Darren Young, quién confesó su homosexualidad, en un ambiente que no es particularmente proclive a este tipo de actos. La sexualidad sobrepasa mitos, estereotipos y leyes. Sin duda, todos estos hechos vienen a aportar a que el tema de la condición sexual sea un tema que se hable con altura de miras y que cada vez que joven o niño que se vea diferente, sea respetado y que sea capaz de verse a sí mismo como un individuo igual a todos en derechos y diferente en convicciones o ideologías.
“Según la publicación AmericasQuarterly, Chile bajó un puesto en el Índice de Inclusión Social siendo desplazado por Uruguay, que ocupó el primer lugar, quedando en evidencia que nuestro país se ubica “muy abajo” en lo referente a la igualdad de derechos para mujeres y para lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT). “*
Hace muy poco, nuestro país fue testigo de cómo un político de trayectoria confesaba su condición sexual distinta. Lo realmente relevante de este tipo de acciones, es que las personas que no son “públicas” den cuenta de que en todos los ámbitos pueden y deben ser respetados, la condición sexual no es una opción, y por lo tanto no cabe ningún tipo de discriminación, desde laboral a religiosa.
Las minorías sexuales, por años han sido excluidas de la contingencia nacional, es momento que su organización presione por políticas públicas que mejoren y hagan valer y respetar sus derechos y deberes, que la condición de ciudadano no esté condicionada a la sexualidad debe ser una premisa básica de nuestra Constitución Política.