Uno de los sellos principales de nuestro portal es #QuieroElegirAmar. En este día del amor y la amistad queremos transmitir nuestra preocupación sobre algunos temas relacionados a él, pero también transmitir algún grado de esperanza en que será el amor el que finalmente triunfe.
Sin duda el AVP, el matrimonio igualitario con plenos derechos, incluyendo la adopción, leyes de tuición compartida, e iniciativas de esa índole son temas de nuestra primera preocupación. Principalmente porque en general la sociedad chilena ha sido en su historia particularmente conservadora respecto a cambios en relación a estos temas. Es cosa de recordar cuanto nos demoramos en aprobar una ley de divorcio. Algo tan simple como tener la libertad de separarte de alguien a quien ya no amas, se demoró 10 años en tramitarse, con una fuerte influencia de la iglesia católica. Luego hemos sido particularmente deficientes en asegurar igualdad de derechos a parejas del mismo sexo que quieran contraer matrimonio. Diversos informes internacionales han declarado que nuestra legislación es de las más atrasadas y restrictivas del mundo en esta materia –en realidad, como en varias otras de orden “valórico”-. El mismo Acuerdo de Vida en Pareja (AVP) ha sido un verdadero suplicio, siendo un proyecto distinto y sustantivamente más laxo que una ley de matrimonio igualitario.
En rigor, lo crítico es que en el último tiempo la apertura de la sociedad a respetar el amor de otros, y que esos otros que aman distinto a la mayoría puedan manifestarlo con las mismas garantías legales que esa mayoría, ha sido mucho más evidente que la de sus representantes. La influencia de la iglesia católica y de otros grupos religiosos, sumado a la sordera de quienes debiesen representar la opinión de los que justamente manifiestan estar de acuerdo con las garantías legales para las minorías, hacen en estos tiempos de mayor tolerancia y respeto que éstos no se manifiesten en nuestras leyes.
La esperanza es que las nuevas generaciones de ciudadanos, y también de representantes, puedan manifestar con mayor claridad y convicción el respeto a la diversidad. Todas aquellas iniciativas dirigidas a anular la discriminación, los privilegios y las arbitrariedades en relación a algo tan esencial en la vida como el amor, son las que celebramos y promovemos.
En este día de San Valentín, elijan amar. Simplemente amar.