Este 20 de febrero se celebra el día Mundial de la Justicia Social, una fecha que alienta a comprender sus proposiciones, las cuales se consideran de suma importancia para el desarrollo del entendimiento político y socioeconómico de las naciones.
Los seres humanos tenemos necesidades esenciales que, según UNICEF, adquieren el nombre de “derechos humanos fundamentales”. Tales derechos, entre los que se encuentran el derecho a la propia identidad, supervivencia, educación, entre otros, son de carácter vital y deben ser resueltos.
La no satisfacción en la demanda de estas necesidades se conoce como inequidad, pero tales injusticias tienen una característica común: pueden ser evitadas, ya que su origen nace de las propias personas.
Como se aprecia, la justicia social se enclava como una frase cuyo sentido va más allá del aspecto legal que conlleva, su propuesta, según la Asamblea General de las Naciones Unidas, es “el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas”, sosteniéndose toda esta declaración en “el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
En este año 2022, la celebración de este día adquiere nuevas aristas, por ejemplo, la pandemia de COVID 19 dejó en entredicho la relación entre los países y sus propios habitantes, de hecho, es posible ver cómo Estados más pobres aún no han podido organizar eficientes planes sanitarios a fin de garantizar la urgente necesidad en la que se encuentran sus compatriotas. La justicia social, lamentablemente, no puede ser alcanzada en un ambiente donde impere la inseguridad, exclusión y desigualdad.
Aspectos de importancia relevante son también el reconocer que el comercio, las innovaciones tecnológicas, el crecimiento económico mundial, la integración de países en desarrollo a la economía mundial y la crisis medioambiental que mantiene en vilo al modelo, traen consigo una variabilidad de beneficios y perjuicios ligados a índices de justicia social. No es posible concebir la satisfacción de las necesidades sin estos factores y la explicación es simple: las economías, entabladas en una sociedad y cultura nacen de “un sistema ecológico vital y la economía no puede crecer para siempre en este planeta finito”.
No puede existir justicia social sin cubrir las más básicas necesidades. La celebración de este día es el recordatorio que pone en la palestra una lucha que aún no termina y en la que instituciones tanto públicas como privadas deben hacerse partícipes con una meta común: impartir el anhelado equilibrio que lleve a una futura y consolidada paz.
¿Qué opinas sobre este tema? ¿La justicia social es una materia que va consolidándose o aún queda camino por recorrer?
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