En una conmemoración más del Día Internacional de la Mujer no queremos presentar datos y gráfica respecto a las desigualdades que existen en las sociedades entre hombres y mujeres, porque los hechos son evidentes a diario. Tampoco queremos hacer una apología de la lucha de mujeres en muchos ámbitos de su vida para ser reconocidas, valoradas y respetadas, porque ellas lo saben mucho mejor que nosotros. Simplemente queremos reflexionar e instar a la lucha por la igualdad de oportunidades y derechos de ellas, las mujeres.
El espíritu de esta organización es la defensa y promoción de los derechos civiles de hombres y mujeres. Para ser libres necesitamos igualdad de oportunidades para acceder a dicha libertad y desplegarla de acuerdo al proyecto de vida que nosostros mismos escojamos. En un contexto de desigualdad de derechos, accesos y oportunidades, son éstos los que primeros deben conquistarse para luego pensar en ese desafío mayor. Planteado así, hoy existen muchísimas mujeres que no son libres. Ser discriminadas en el acceso al trabajo, en sus salarios, en sus pensiones, en sus oportunidades generales para realizarse a la par con los hombres, hacen que hoy, año 2014, sigamos teniendo como sociedad sendas deudas con nuestras mujeres.
Personalmente creo que la discriminación positiva no es la solución. Otorgar ‘beneficios especiales’ por ser homosexual, indígena o mujer no es atacar el problema de fondo. La gran deuda que tenemos como sociedad es otorgarles igualdad de derechos y condiciones a quienes al contrario del cliché son realmente el sexo fuerte, las mujeres. Su naturaleza y fisiología lo confirman, no así sus vivencias diarias en una cultura patriarcal y machista en donde amén de pintárseles como “el sexo débil” se les ignora, relega y menosprecia. La discriminación positiva no es hacia donde hay que apuntar, lo que hay que combatir y sacar de nuestro adn social es la discriminación negativa. Es tan simple -pero a la vez tan complejo- como eso. Estoy seguro que ellas no quieren que se les regale nada, simplemente quieren que no se les quite sólo por ser ellas.
Finalmente sólo queremos replicar numerosos llamados que surgen en este día. No celebre el día de la mujer, conmemórelo. No es un día feliz, es un día de recuerdo, respeto y admiración por las mujeres que lucharon, luchan y seguirán luchando por hacer de este país y este mundo menos miope y limitado, y más justo, próspero y cariñoso. No sólo un día, ellas luchan todo el año. Luche con ellas.