A raíz del Linchamiento a Luksic, quisimos ver las distintas reacciones en redes sociales y nos hacemos la siguiente interrogante.
¿La violencia cuándo es legitima?
Seguramente has estado alguna vez a favor o en contra de una acción violenta dependiendo de la persona que la realice o quien es víctima de esta acción. Sin embargo ¿te has preguntado por qué no tienes una postura única frente a la violencia como acción y no como opción?
Hace un tiempo que hemos visto en nuestro país y el resto de la región hechos políticos y sociales, que han conmovido a la ciudadanía pero que no a todos los afecta por igual. Un caso es la reciente marcha contra la violencia de género que movilizó a miles de personas en el mundo bajo el lema #NiUnaMenos. Violaciones y asesinatos a niñas menores de edad que generaron el repudio de la gente tanto por la forma como por la vulneración de derechos. Sin embargo, esa vehemencia no se ve reflejada en otro tipo de hechos, haciendo vista gorda a maltratos de vecinos, familiares o simplemente a la violencia que reciben las mujeres sólo por el hecho de ser mujer ¿Sabías que esto sucede todos los días cerca de tu casa y a veces lo naturalizamos?
Otro ejemplo podría ser los famosos «arrestos ciudadanos», donde las personas toman la justicia en sus manos y ven en esta práctica una acción socialmente aceptada al no recibir respuesta o ayuda ante sus denuncias. Esto tampoco se justifica.
Frente a estas dobles posturas, se vuelve urgente la necesidad de hacer notar que la violencia no debería ser y no es, un canal a través del cual mostrar desacuerdos. Siempre habrá otras instancias que permitan canalizar situaciones a la que nos opongamos sin poner nuestra moral en tela de juicio.