Llegó el nuevo período presidencial, ese que aseguró que traería “tiempos mejores”; un ciclo en el que se aspira, se produzca el mayor crecimiento del país en los últimos años, un Chile pujante que se convierta en un referente económico de la región. Nos preguntamos, ¿también llegaron los tiempos mejores para las personas trans?
La relevancia que ha tenido la Ley de Identidad de Género durante las últimas semanas, ha ocasionado que su discusión haya sido clasificada de suma urgencia, algo que sorprendió – y alegró – a muchos, pero que solo horas después, pasó de tener suma prioridad a ser rebajada a urgencia simple.
El mandato de Sebastián Piñera comenzó como menos se lo esperaba, y es que el triunfo de la cinta chilena “Una Mujer Fantástica” en el Oscar, y la reactivación del debate sobre los derechos de las personas trans, obligó a su comitiva a poner toda su atención a esta ley que, en meses anteriores, se pensaba que no tendría un mayor avance luego de la toma de poder.
La normativa, la cual fue ingresada por el gobierno de Michelle Bachelet, pasó a tercer trámite legislativo, pero se rechazó debido a la falta de quórum para la discusión sobre el procedimiento para regular los cambios de nombre y sexo legal de menores de edad, y ahora se encuentra en Comisión Mixta.
Diversas organizaciones en pro de los derechos de las personas trans han manifestado su descontento debido a la creación de falsas expectativas acerca de una posible pronta aprobación de la ley por la cual llevan luchando mucho tiempo y que supone el recibimiento y la aceptación de la diversidad dentro de la sociedad chilena.
El tiempo pasa, la ansiedad se acrecienta y la motivación desaparece. Las personas trans ven pasar el tiempo y cómo sus requerimientos aún no han sido completamente formalizados y regulados. Tal vez, algunos decidan dejar de creer en que algún día podrán modificar su estatus legal, y la única esperanza será que las generaciones futuras tendrán la oportunidad de vivir la vida que ellos no pudieron. Chile espera con ansias la formalización de una normativa que le dé a sus ciudadanos la oportunidad de elegir la vida que quieran vivir de acuerdo a su identidad.